Acabamos de celebrar el sexto aniversario de la declaración, por parte de la UNESCO, de la fabricación de nuestra Cal artesanal como Patrimonio de la Humanidad. El organismo reconoció en 2011 nuestro proceso de elaboración de este material en su apartado de Buenas Prácticas. Se trata de un reconocimiento a nuestro saber hacer, nuestra historia y nuestro milenario y artesanal modo de trabajar para salvaguardar el patrimonio histórico mundial.
Porque en Gordillos Cal de Morón llevamos dejando huella desde hace cientos de años. Y aunque somos la última familia dedicada a la fabricación de cal artesanal, seguimos trabajando con nuestro producto de siempre y con una altísima calidad lo que nos ha permitido restaurar y proteger el rico Patrimonio Histórico y Cultural existente.
No en vano, nuestro material ha sido el utilizado en las restauraciones y rehabilitaciones de monumentos tan relevantes y centenarias como los leones de la Alhambra de Granada, la Catedral de Málaga y el Museo Picasso, las bóvedas de la Iglesia Sta. María de los Alcázares (Úbeda) o la Casa Palacio de Logroño, entre muchos otros. Repasando las obras de patrimonio y civiles que se han realizado con nuestro material detallaríamos que nuestra cal está presente en decenas de destacadas iglesias de la cultura patrimonial andaluza como por ejemplo las Iglesias de San Sebastián en Ardales (Málaga), de Sta. María de los Alcázares en Úbeda (Jaén) o la del Carmen en Antequera (Málaga). También fuera de Andalucía tienen nuestra huella la Iglesia Catedral de Fallón (Zaragoza) o en la de Santiago del Burgo en Zamora.
También la Catedral de San Miguel en Morón de la Frontera y la Catedral de Málaga. En esta última, la restauración de las cubiertas, el presbiterio, el crucero y la girola se realizó con cal de Gordillos Cal de Morón.
Y si nos vamos a arquitectura medieval, podemos encontrar Cal de Morón en el Castillo San Romualdo de San Fernando (Cádiz), en el Castillo Anzu de Puente Genil (Córdoba), en el Castillo Sancti Petri de Chiclana (Cádiz) y en el de Olvera (Cádiz). También parte la muralla medieval de Málaga, de Albacar en Ronda y en Cártama (Málaga) se realizó con nuestro material.
Además, la restauración de la Alcazaba de Málaga, los leones de la Alhambra (Granada) y la Casa de Campo en Noblezas (Aranjuez) se hizo con este producto que, aunque se destina principalmente para la construcción, en los últimos años, se está utilizando en otros campos como, en este caso, el de la restauración.
En la actualidad, y manteniendo nuestra filosofía de empresa, hemos desarrollado una nueva línea de productos, apostando por la recuperación de oficios perdidos, rescatar y volver a poner el valor las propiedades y ventajas de un material tan noble y ligado al hombre como es la Cal, en toda su extensión, y los morteros de cal tradicionales.
Todos estos esfuerzos van dirigidos a que una de las tradiciones más arraigadas de Andalucía y que define el territorio de Morón de la Frontera no quede relegada por la tecnología. De hecho, el éxito de nuestro producto radica en que, por su sistema de fabricación y los materiales utilizados para ello, ofrece al mercado de la restauración las mismas propiedades que poseía el material original con que se realizó la obra a restaurar y rehabilitar.
Demostrado queda, por tanto, que la cal industrial nunca podrá sustituir a la cal artesanal. Nuestro producto sigue siendo insustituible en la cultura y la historia de todo el territorio nacional, respetando siempre el medio ambiente y contribuyendo a su conservación. En Gordillos Cal de Morón dejamos huella, por lo que nos gusta definirnos como historia viva.