Gracias a la estructura que presenta la cal y el buen diseño en la formulación de nuestros morteros, hemos conseguido que estos presenten unas propiedades de calidad y grandes prestaciones.
Esto va a dar la posibilidad que, un mismo producto ofrezca una amplia gama de acabados que van a venir determinados según la manera en la que estos se apliquen.
Aquí os presentamos los cuatro principales acabados que nos ofrece el mortero de cal fino.
- Mortero de cal fino con acabado fratasado
Es la textura más rugosa y es ideal para conseguir acabados rústicos. Se consigue mediante fratasado del mortero fino con una talocha de poliestireno extruido.
- Mortero de cal fino con acabado semi-planchado
Con este acabado también se consiguen unos resultados con apariencia rústica pero no llega a ser el acabado tan tosco como el primero. Su aplicación se realiza con un fratás de plástico duro.
- Mortero de cal fino con acabado lavado
Es el acabado donde conseguimos sacar las aguas que tiene el mortero sin sacar el árido. De este modo, no presenta un acabado rugoso como los anteriormente citados. Se realiza con un previo fratasado con talocha de poliestireno extruido y posteriormente se lava con un fratás de esponja. Hay que tener especial cuidado en esta aplicación ya que hay que controlar muy bien la cantidad de agua que va a tener la herramienta ya que, si va demasiado húmeda, puede llevarse mucha cal del mortero alterando así su composición y funcionamiento.
- Mortero de cal fino con acabado planchado
Es el acabado más fino que puede obtenerse. Para ello, se debe fratasar previamente tal y como se ha explicado en otros casos y posteriormente plancharse con una llana de estuquista.
Estas son sólo los acabados más aplicados. Las posibilidades de los productos de cal son infinitas. De modo que, los mejores acabados los va a encontrar cada uno una vez que experimente con nuestros materiales. ¿A qué esperas?